El evento organizado por Antípoda Media y la red de Festivales de Cine de Derechos Humanos de América Latina, encabezada por el Festival de Cine Colombia Migrante (Colombia) y el Festival de Cine Contra el Silencio de Todas las Voces (México), dieron forma a una apuesta por el cine y el arte como una posibilidad de sensibilización e integración regional.
Leandro Martínez del equipo de producción de Cine sin Frontera explicó, “la idea es compartir la migración y los derechos humanos desde una perspectiva súper diversa relacionada con la salud mediante debates y trabajar en Tijuana con comunidades y albergues migrantes que son parte fundamental para construir una narrativa colectiva”.
Tijuana, B. C.- El Festival de cine Sin Fronteras tuvo como sede al Centro Cultural Tijuana, (Cecut), recinto de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, del 18 al 22 de noviembre, festival internacional que unió a creadores de Puerto Rico, Brasil, Colombia Argentina y México para visibilizar desde la labor fílmica la migración digna y las formas de garantizar los derechos humanos de quienes cambian de residencia en busca de un futuro mejor.
El evento organizado por Antípoda Media y la red de Festivales de Cine de Derechos Humanos de América Latina, encabezada por el Festival de Cine Colombia Migrante (Colombia) y el Festival de Cine Contra el Silencio de Todas las Voces (México), dieron forma a una apuesta por el cine y el arte como una posibilidad de sensibilización e integración regional.
Leandro Martínez del equipo de producción de Cine sin Frontera explicó, “la idea es compartir la migración y los derechos humanos desde una perspectiva súper diversa relacionada con la salud mediante debates y trabajar en Tijuana con comunidades y albergues migrantes que son parte fundamental para construir una narrativa colectiva”.
El llamado solidario y humanitario transnacional, que dignifique la migración y expanda el alcance de los derechos humanos, convocó la participación de delegados de otros festivales como el Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos (Argentina), Espacio Queer (Argentina), Festival de Cine de DDHH: Tenemos que Ver (Uruguay), Festival de Cine de DDHH: Bajo Nuestra Piel (Bolivia) y Festival de Cine Radical (Bolivia).
El Festival de Cine Amazónico (Perú), el Festival de Cine Empoderarte (Perú), Festival Internacional de Cine por los DD.HH (Colombia), Muestra Internacional de Cine Documental de Bogotá – MIDBO (Colombia), Festival de Cine Colombia Migrante (Colombia), Festival de DDHH Bannaba Fest (Panamá) y Acampadoc (Panamá), también colaboraron.
Finalmente se mencionó la relevancia de la participación de Festival Contra el Silencio de Todas las Voces (México), Festival Internacional de Cine de Vieques (Puerto Rico), Festival nuevo cine latinoamericano (Cuba), Festival Kanua Fest (Ecuador) y Festival Entre Todos (Brasil).
Ocho filmes fueron proyectados en la Sala Carlos Monsiváis, según refirieron los organizadores y de acuerdo a la ONU, esta frontera es considerada la más peligrosa y a la vez la más transitada del mundo, por lo que piezas cinematográficas como Harraga, A través de la tierra, Nisei, Historias Migrantes y Esperando la lluvia, brindaban un panorama de este fenómeno.
El sueño de Kamal, Toshkua, y Separated, también se ofrecieron al público con la idea de afirmar que, a pesar de las barreras físicas y políticas, el arte puede abrir caminos, tejer redes y desafiar las narrativas de exclusión.
